andrea lópez montero o yo o qué hago / BIO
cómo he acabado haciendo esta cosa y qué sentido tiene, si lo tiene, esta cosa.
Soy melliza. Esto es esencial. Soy la parte menos sujeta al mundo práctico y resolutivo, al parecer. Mi hermana es el contrapunto a todo yo. La quiero.
Vivimos una época donde pensar la estabilidad, necesitarla, te vuelve creyente de una fe comparable a los antiguos totems o a confesarse a la virgen y que Dios nos tenga en su gloria.
Si el mundo de ayer, la antigua Europa previa a las dos guerras mundiales se comenzó a implantar el movimiento, a salir a los lugares, a recorrer el mundo, el mundo de hace dos días nos obliga a innovar, a reinventarnos, en un tiempo donde debemos comenzar a pensar sin la estabilidad, en equilibrio constante.
Una necesidad de estabilidad que es absurda.
Una estabilidad que no existe. Lo más sólido de esta época ha quedado dinamitado- literal y económicamente- y destruido, pasando la construcción a ser carcoma.
Y entretanto hay que.
Esto es así.
Renovarse o morir.
Lo saben todos los vecinos, pero aún no.
O sí, pero ante nuevas preguntas nuevos medios: en cualquier caso y dado que de un tiempo a esta parte hay épocas en las que hago y deshago el telar curricular de mi vida, invento cómo contar para qué sirvo o para qué no, o qué he hecho, o por qué debe contratarme a mí, 1, 51 m, y no a ese de allí que es más alto y va a colgar la percha un poquito mejor pero no con tanta gracia, ¡ay!
De eso se trata esto, de una galería de enfoques curriculares, de cuentos narrados de mil formas y maneras antes de ahora, y desde ahora, y de ver qué pasa y qué no pasa y de que al menos esto pase.